
Mientras dormias busque tu boca, tus labios, tu piel. Mis manos buscaron tu cuerpo extrañando cada centímetro de tí. Suaves caricias inundaron la habitación. Pasión desorbitada, mente endiablada. Intoxicación absurda de un dulce despertar. Anhelos ardientes de lo que es y será. Exaltación prohibida de fantasías y susurros en oscuridad. Deseos profundos de un alma eterea implorando con ansias su libertad.
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