Una noche fría del mes de enero caía una lluvia persistente que mojaba mis cabellos. Caminaba por la calle olfateando el aroma de tu cuerpo. Prendí un cigarrillo y frente a un aparador observé mis manos. Percibí tu olor en mis dedos. Al recrear ese instante sentí cómo presionabas tus caderas con las mías. En medio de jadeos recordé que me apoyaste contra la pared. Lentamente penetraste mi alma.Con las manos sujetaste fuertemente las mías mientras embestias cada centímetro de mi ser. Pude sentirte detrás de mí. Una, dos, tres veces.Golpeabas con tu pecho mi espalda.Nuestros gémidos se fundieron en el callejón. En la oscuridad bajaste las manos a mi entrepierna. Recorriste mis recovecos con pasión. Tus gruesos labios cubrieron los mios.Tus caricias decifraron enigmas que mi piel jamás imaginó. Con tu lengua trazaste un camino entre mis muslos. Éxtasis desgarrador que me doblegó. El fuego ardió en mi vientre. Expulsión a cuenta gotas recorrió mis nalgas. Tu esperma me quemó. La muerte llegó lentamente. Con furia en la mirada, así apareció. Completamente excitada..así me penetro.
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