Delicias diurnas

Ahí estaba ella
Acostada sobre el camastro de madera
Con las nalgas expuestas
Dejando al descubierto su pequeña hendidura
Dislate oculto bajo un espeso follaje negro.

Entre sus piernas veo su concha morena
Finos labios que se empiezan a agrandar
Bajo sus gruesos vellos moran mis vicios
Profundidad finita que desemboca en placer.

Cristalinas partículas caen de tu intensa vulva
Chorros de agua se funden con mis muslos
Espeso derroche oscuro
Linfa espesa que trastoca mi disipación.

Tu panocha esta que hierve
Burbujea ante mi presencia
Quieres que la coma
Que mi boca la devore
Te obedezco al instante
Me apodero de ti.

Tú en la cama
Yo arrodillado
Abro con mis dedos tu rosada abertura
Meto la punta de mi lengua
Aflojas las piernas
Me clavo muy dentro
Lamo tus rincones...te quieres venir

Bebo el zumo de tu sexo
Divino gozo que brota de tus labios bajos
Mordisqueo por minutos tu clítoris
Lo fricciono con mis dedos
Nos deleitamos sin recato
Sabor a mariscos en mi paladar.

Muerte pequeña que llega con mi boca
Lluvia ácida que brota
Bañas mi rostro
Salpicas mi cabello
Lujuria que estalla sin fin.

Me restregas tus jugos en la cara
Me ultrajas con tu libido
Brutal comilona nocturna
Banquete sin freno
Mil delicias diurnas
Orgasmos al amanecer.

Ya es de día...
Fricciona mi verga erecta...
Empecemos otra vez...