Asfixia en el sofá

Siempre he sido realista con el asunto del deseo. Sobre todo en las noches de ansias locas cuando recuerdo tu cuerpo sobre el mío. En esos instantes en los que el arrebato de tu presencia me asfixia y me corroe.

A ratos percibo tu aliento, esas ganas de tenerte entre mis piernas me abruma y enloquece. Esa hambre de penetrar tu boca. De permanecer viva en tí.

Vacía de recuerdos entro en mi cama. Me abandono al placer de tu maldad. Perversos besos que recorren mi lengua y vibran en mi piel.

Heridas de guerra fragmentadas en mi vientre. Escarchas que dibujan mi excitación. Sangre de dolencia. Penetración pausada. Gritos y delirio. Mueres en mí.

Siempre he sido realista con el asunto del desenfreno. En especial cuando abandono mis miedos y habito tu sexo. En medio de esa luna escarlata y la lubricación de mi vagina.

Siempre he sido realista...