Quizá a fruta madura.
Probablemente a mariscos frescos.
O simplemente huele a ti.
Dulce olor el nuestro.
Ese que dejas en las sábanas después de coger.
Fuerte aroma que se impregna en mi vagina.
Que inunda tu falo erecto.
Perfume sagrado de la excitación.
En esas noches cuando me haces falta.
Me gusta acariciar mi venus.
Complacer mis gruesos labios.
Explorarlos lentamente.
Me fricciono varias veces...sin detener.
Cómo disfruto enroscar mis vellos.
Pasar mis manos por mi vientre.
Me moja apretar mis pezones.
Me caliento pensando que estás aquí.
Me agrada chupar uno de mis dedos.
Meterlo hasta dentro de mi vulva.
Juguetear con mi cuerpo.
Mover mis caderas.
Darme placer.
Al ritmo de mis ansias.
Hundo dos dedos en mi coño.
Arqueo mi espalda.
Oprimo mis ganas con los muslos.
Chorrean mis jugos sobre el sillón.
Éxtasis que escurre por mis piernas.
Que llega hasta mis nalgas.
Que resbala por mi clítoris.
Que me rompe la piel.
Orgasmo finito que alcanzo a media noche.
Que guardo entre mis pechos.
Agua que me bañas entera.
Pruebo y saboreo mis líquidos.
Perpetua fruición de mi ser.
¿A qué huele el sexo?
A mi libido impuro.
A tu sexo bárbaro.
A mi desvarío puro.
A tu convulsión bestial.
Así...Querido mío...así huele el sexo...
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