Estoy caliente y quiero entrar en tí.
Abre lento tu divinidad volátil.
Sujétame las ganas.
Come de mí.
En tu mirada se alberga lo extraño.
Cachondos instantes que esconde tu pantalón.
Mi salvaje amante de ojos azules.
Invéntame delirios.
Juega con lo que no soy.
En las noches vienes a mi casa.
Me tomas por la fuerza.
Imploras que te regocije al momento.
Quieres desfogarte sobre mí.
Por la premura del tiempo.
Me arrancas la ropa con las manos.
Chupas tus dedos.
Bajas por mi vientre.
Te detienes en mi ardiente vulva.
Lubrificas mis anchos labios.
Exploras sin recato mi oquedad.
Degustas mi espesor y lo depositas en tu lengua.
Nos besamos intensamente e intercambiamos sabores.
Con tu bálano excitado me empinas en la mesa.
Separas mis muslos...elevo mis nalgas.
Me metes tu falo y empieza mi redención.
Entre gemidos nocturnos.
Entra y sale tu bulto encendido.
Derramas el ácido en mis piernas.
Me desfloras varias veces.
Atravieso el umbral del placer.
Con las piernas cansadas.
Galopo sobre tu pito.
Me regodeo con el olor de tu cuerpo.
Me prende el choque de nuestros instintos.
Me adhiero a tu blanco alecris.
Chorreo a través de el.
Con las mejillas coloradas.
Me vacié sobre tu sexo.
Te sumergí en mi bruma diurna.
Nos perdimos en el ayer.
"Quédate en silencio y no te muevas".
Que te estoy bañando completo.
Que quiero saciar tus pecados.
Que quiero expulsar tu erotismo.
Ven...renace conmigo.
Cojamos de una vez.
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